Historia de Nuestra Parroquia
La Breve Historia de Nuestra Parroquia San Cayetano – Palpalá
En la década 1940 cuando se vio notable el crecimiento del País y Palpalá, socialmente e industrialmente, comenzaron la tarea pastoral donde los devotos de San Cayetano, palpaleños nativos y adoptivos, junto con la iglesia local, crearon una comunidad cristiana. Las primeras celebraciones se realizaban en las casas de familia, dada la poca funcionalidad de los escasos edificios públicos. Y los sacerdotes venían de Jujuy. Con la necesidad de tener un templo empezó a moverse la gente para construirlo. El terreno fue donado por Don Juan Ficoseco y el colaboró mediante la provisión de materiales. Su esposa Doña Cirila Agostini fue la madrina cuando se coloco la piedra basal del templo, con la presencia del Obispo de Jujuy Monseñor Enrique Muhn. Por las donaciones y colaboraciones de la comunidad Palpalá la construcción del templo se duró hace diez años donde el mes de julio del 1960, el Padre Pedro Schulmeister, el primer sacerdote que envió la Congregación del Verbo Divino y el primer cura párroco, comenzó a dar las celebraciones religiosas diariamente. A él a quien encomendó la misión de la evangelización del Palpalá particularmente en Altos Hornos Zapla, y en Escuela Nacional Numero 34, construida por Fabricaciones Militares. Así era el 27 de julio de 1960 que se bendijo el nuevo templo para comenzar la Parroquia San Cayetano de Palpalá. Así nació Sn Cayetano, primer templo de la Provincia de Jujuy, dedicado al Santo del Pan y Trabajo, coronándose el prologado y tesonero esfuerzo de la comunidad palpaleña para construir su Iglesia, la casa de Dios y su casa de reuniones y celebraciones.
La Imagen de San Cayetano
La imagen de San Cayetano que hace más de cuarenta años, recibe acendrada devoción y culto público en Palpalá. Es de cuerpo entero, está de pie, vestida con los hábitos de sacerdotes que fue la vocación que abrazo, para ponerse al servicio de sus hermanos, los necesitados. Su altura total es de alto grado de expresividad, tiene una aureola metálica contorneando su cabeza, símbolo de su santidad. El Niño Jesús, sostenido por su brazo izquierdo y el brazo derecho del santo reposa, sobre una pierna de Niño Jesús, como ofreciéndonos la gracias más grande que Cayetano puede darnos.